La tarde lentamente se va tiñendo de un gris azulado
y una ligera brisa me susurra palabras incomprensibles.
Las calles arriba, están desiertas y silenciosas
y todo afuera está impregnado de un sabor parecido a la nada,
de un color que no existe, de un aroma a flor imaginaria.
A oriente, los barcos duermen sobre el hedor del río,
inmóviles y oxidados; inmensos e inútiles.
Son las sombras de un ayer, triste versión de la muerte.
A occidente, la ribera luce solitaria y espectral, 
bajo las nubes negras ahora.
Subo por la calle "X", bajo por la calle "Y", 
camino en círculos, rombos, hexaedros, 
trazo con mis pies la geometría caótica de mi angustia.
Que forma tendrá este tedio, esta nostalgia,
este miedo de no hallarme en la superficie
de mis lados al cuadrado.

Comentarios

  1. Muy bien Vic... para ser sincero ya lo habia leido, y me resulta muy grafico (tal vez sea yo que intento procesar todo por eso lado, no?)pero puedo leerlo una y otra vez viendo imagenes distintas y escuchando cosas distintas. Intentare ver si puedo bajarlas al papel y ver que te parece.

    G.

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  2. Este no me gustó tanto como el primero.
    Pero lo disfruté igual. Tal vez porque el primero me voló la cabeza (hablando como poeta, je)

    Saludetes!

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